Este pasado sábado 15 de diciembre visité la exposición "Cartas al rey" en el Palacio Real de Madrid. Al principio pasé porque entraba en el precio de visita a las estancias de este Palacio, pero cuál fue mi sorpresa que me sorprendió de grata manera e incluso me gustó mucho más que la visita al Palacio en sí.
Todo empezó durante la I Guerra Mundial, manteniéndose España neutral ante este enfrentamiento. Durante este período, el rey Alfonso XIII recibió una carta de una niña (Sylviane Sartor, de 8 años) que buscaba a su tío, hermano de su madre, la cual estaba muy enferma por la depresión de no saber el paradero de su hermano, el cual estaba prisionero y deseaba poder mandarlo a Suiza. El rey aceptó y poco tiempo después el prisionero de guerra francés Achille Delmonte fue hallado por el embajador de España en Berlín, y pudo ser rescatado por la comisión médica suiza.
Tras esta gran labor humanitaria, miles de personas de varios países de Europa escribieron al rey para ayudarles a encontrar a sus familiares desaparecidos. El rey, ante esto, formó la Oficina de la Gran Guerra, donde varios hombres y mujeres trabajaron sin descanso para poder dar respuesta a estas familias destrozadas.
Retrato del personal de la Oficina de la Guerra Europea
posando en una de las terrazas del Palacio Real
Las cartas estaban divididas en tres colores: rosa, amarillo y azul. Además, las contestaciones "estándar" para responder a las familias que les escribían estaban en cuatro idiomas: alemán, inglés, francés y español.
Fue tal la repercusión de esta gran labor humanitaria, que se llegaron a conocer misivas inglesas que predicaban así:
"Cuando uno de nosotros se inquieta y llora por la suerte de un desaparecido, de un prisionero, todos le aconsejan ‘escribe al Rey de España"
o
"[…] No tengo el honor de ser una de vuestras súbditas, pero pertenezco a vuestra segunda patria: la humanidad[…]".
La mayoría, aunque de personas anónimas, hubo grandes personajes que pusieron sus esperanzas en el rey de España, como el escritor Rudyard Kipling, el cual había perdido a su hijo; el compositor Giacomo Puccini que buscaba encontrar a su sobrino; y Miguel de Unamuno o Santiago Ramón y Cajal que estaban preocupados por unos amigos franceses.
Más de 200.000 cartas se escribieron (202.268 peticiones), aunque por desgracia, solo un 5% fueron resultados favorables.
El propio rey escribía una carta, donde exponía su deseo de contemplar esta obra social en un museo, voluntad que fue cumplida cien años después:
“Tengo la intención de transformar todas nuestras oficinas del Servicio de Prisioneros y Desaparecidos de Guerra, establecidas en el Palacio Real, en un museo que será como recuerdo vivo de una obra a la cual me he consagrado con toda el alma, sabiendo que con ella podía aliviar muchos dolores, hacer renacer algunas veces muchas esperanzas, y ocasionar, muy raramente, por desgracia, algunas satisfacciones. Pero el tesoro de este proyectado museo, tesoro que me enorgullece mucho, lo constituirán todas esas admirables cartas”.
A continuación, algunos ejemplos de cartas y fotos enviadas a Alfonso XIII y su equipo:
Expediente de Wilfred Henry Oliver, marinero británico desaparecido el 2 de agosto de 1918. Su madre adjuntó esta foto a una carta enviada al rey Alfonso XIII. Patrimonio Nacional. Archivo General de Palacio.
Expedientes en una vitrina del museo. Los lazos blancos significan que estos prisioneros o desaparecidos fueron encontrados, mientras que los lazos negros es que no fueron encontrados. También destacan las banderas de los países desde donde provenían las cartas.
Mensaje enviado a Alfonso XIII por la niña Sylviane Sartor, de 8 años, el 20 de abril de 1917.
El rey también puso mucho esmero en ayudar a la familia imperial rusa, la cual fue encarcelada en medio de la revolución rusa en 1917. Varias cartas demuestran que Alfonso XIII llevó a cabo varias gestiones para facilitar la salida de la familia imperial e incluso ofreció acoger a la zarina y sus hijas, sin saber aún que estas habían sido ejecutadas también junto al zar Nicolás II.
Si queréis saber más sobre esta exposición, la cual recoge muchísimas más cartas y mas historias, no dudéis en pasaros por la exposición, la cual estará hasta el día 3 de marzo de 2019.
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