El Ángel de Budapest
Durante la Segunda Guerra Mundial alrededor de seis millones de judíos fueron asesinados bajo el régimen de la Alemania nazi. Entre 1941 y 1945, la población judía europea sufrió una persecución e intento de exterminio de su “raza” la cual no era considera como humana por aquellas personas afines a un régimen tan radical y antisemita. Sin embargo, este sufrimiento no fue solo para los judíos sino que también se extendió a la persecución de otras etnias como las gitanas e ideales políticos contrarios.
De entre todo este desastre cabe destacar diferentes personalidades que ayudaron a esta población. Entre ellas, encontramos a un es diplomático español llamado Ángel Sanz Briz, destinado en la embajada de España en Hungría durante la Segunda Guerra Mundial.
Hungría, a pesar de ser un Estado aliado al Eje, en 1942 no había puesto en marcha las medidas de exterminio indicadas por el régimen nazi como ya estaba ocurriendo en el resto de países miembros de esta alianza, ya que se mostraba contraria a esta política. Se convirtió entonces en el único país que albergaba la última comunidad judía en 1944. Sin embargo, en marzo de ese mismo año Alemania invadió el país.
La población perseguida fue deportada, en su mayoría, al campo de concentración de Auschwitz. Por suerte, dos judíos lograron huir y redactaron un informe en el que explicaban de manera detallada como funcionaban las cámaras de gas, los crematorios y el campo en sí.
Es en este momento cuando entra en juego la importante figura de Ángel Sanz también conocido como el Ángel de Budapest. Al conocer el contenido de este informe decidió informar al Régimen franquista. Con el apoyo de éste, Sanz Briz decide pasar a la acción y con la ayuda de países neutrales como Suecia, Suiza, Portugal y el representante de El Vaticano, logró parar las deportaciones, pero por desgracia unos 400.000 judíos ya habían pasado por las cámaras de gas. Mientras tanto, otros 200.000 esperaban recluidos en el gueto de Budapest.
Ángel Sanz Briz |
En otoño de 1944 el embajador español, con la protección del Estado español, empezó a expedir pasaportes y cartas de protección españolas.
Con gran astucia trazó un plan basándose en el Real Decreto de 1924 que permitía reconocer a aquellos judíos que fueran descendientes de sefardíes expulsados de la Península en el reinado de los Reyes Católicos, como españoles. No obstante, el diplomático se las arregló para otorgar el pasaporte a más judíos independientemente de sus orígenes. Pero no se quedó aquí sino que consiguió que estos documentos no sirvieran solo a nivel personal sino también familiar.
Aprovechando también su estatus, escondió a judíos y en otoño de 1944 con el amparo de España dictó Cartas de protección, las cuales daban garantías a muchos judíos.
Gracias a la encomiable labor llevada a cabo por Ángel Sanz, más de 5.000 personas fueron salvadas del Holocausto nazi.
Sin embargo, a pesar de su heroico trabajo, no recibió ningún reconocimiento en vida, y no fue hasta 1991 cuando el Museo del Holocausto Yad Vashem de Israel cuando se hizo entrega de la Medalla de los Justos entre las Naciones a su viuda.
Pasaporte de una familia judía |
Carta de protección
Alba Casillas Caballero
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