Nicolás Salmerón Alonso, político y
filósofo nacido en Alhama de Almería el 10 de abril de 1838 y fallecido en Pau
(Francia) el 20 de septiembre de 1908. Fue presidente del Poder Ejecutivo de la
Primera República Española durante mes y medio en 1873. Dimitió por negarse a
firmar una pena de muerte. Fue catedrático de Historia Universal en la
Universidad de Oviedo y de Metafísica en la Universidad de Madrid. Fue
estudioso de las teorías de Krause, que inspiraron a la Institución Libre de
Enseñanza.
Su
inclinación por la política se forjó durante su infancia y juventud en un
ambiente familiar y territorial de señalado acento progresista y demócrata. Su
padre, Francisco Salmerón López, y su tío Nicolás fueron pioneros del
liberalismo de la provincia de Almería desde la intentona liberal de “los
coloraos” de 1824.
Tuvo sus
primeros contactos con las ideas democráticas en el Instituto de Enseñanza
Secundaria de Almería (1846-1850), en cuyo cuadro de profesores estaban algunos
iniciadores del partido democrático almeriense.
Inició
los estudios de Filosofía y Letras y Derecho en las aulas de la Universidad de
Granada (1852-1855). Allí entró en contacto con la filosofía alemana y conoció
a Francisco Giner de los Ríos, figura decisiva, años más tarde, de la
Institución Libre de Enseñanza. Ya en Madrid, al continuar sus estudios, se
introdujo de lleno en el Krausismo siendo miembro de la segunda hornada de
discípulos de Sanz del Río.
La vida de Salmerón transcurrió en
Madrid, entre la filosofía y la política. Terminó la licenciatura de Filosofía
y Letras (1858), impartió clase como profesor auxiliar en el Instituto de San
Isidro e ingresó en la Universidad como profesor auxiliar de la Facultad de
Filosofía (1860). Publicó, junto a Federico de Castro, un Compendio de Historia
Universal (1863) de marcado carácter krausista y ganó la cátedra de Historia
Universal de la Universidad de Oviedo (1864), de la que no llegó a tomar
posesión. Catedrático supernumerario de la Universidad Central de Madrid, tras
obtener la cátedra de Metafísica de la Facultad de Filosofía y Letras en 1866,
la enseñanza fue su auténtica vocación y su principal modo de vida
Creó en
1866 el Colegio Internacional, claro antecedente de la Institución Libre de
Enseñanza, en la que también tomaría parte junto a Giner de los Ríos
(transformación pedagógica de lo social). Con su apuesta por la enseñanza
privada dio respuesta a la política educativa del Partido Moderado.
Salmerón entró a formar parte de
las Cortes, como diputado por Badajoz, tras las elecciones generales del 8 de
marzo de 1871 y, a mediados de octubre, se dio a conocer como brillante
parlamentario en la defensa de la legalidad de la Asociación Internacional de
Trabajadores. La proclamación de la República (11-II-1873) elevó a los hermanos
Salmerón al Consejo de Ministros bajo la presidencia de Estanislao Figueras.
Tras la dimisión de Pi y Margall, las
Cortes Constituyentes le nombraron presidente del Poder Ejecutivo. Ocupó la
Presidencia durante 50 días (18-VII a 6-IX-1873), tratando de fortalecer la
autoridad y gobernar con temple conciliador entre reformistas y federalistas.
Controlada la sublevación cantonal, hecha excepción de Cartagena, dimitió de la
jefatura del Estado por no firmar la pena de muerte. Dos días después de
abandonar su puesto fue elegido presidente del Congreso de los Diputados. Era
presidente del Congreso de los Diputados cuando el general Pavía dio un golpe
de estado (3-I- 1874) y terminó con la República democrática.
Restaurada
la Monarquía de los Borbones por el pronunciamiento militar de Sagunto (1874),
Salmerón perdió su cátedra, que no volvería a ocupar hasta 1884. Las
conspiraciones en las que estuvo metido contra la monarquía le llevaron a
prisión unos meses. Durante la Restauración Siguió conspirando por la causa
republicana, primero desde su exilio en Francia y luego dentro del país, como
diputado por el Partido Progresista.
De salud
precaria, aprovechaba sus vacaciones para recibir las aguas termales. Por ello,
hizo construir en su pueblo natal una magnífica villa donde residir mientras
tomaba los baños en el balneario de San Nicolás de Alhama, a cuya Comisión de
Baños él mismo pertenecía. Nunca perdió su vínculo con Alhama de Almería,
participando en sus tradiciones y velando por su futuro.
Falleció en Pau, Francia, el 20 de
septiembre de 1908, mientras se encontraba de vacaciones. En 1915 se
trasladaron sus restos al monumento funerario levantado en el cementerio civil
de Madrid, a la derecha del mausoleo de Francisco Pi y Margall , su predecesor
en la presidencia de la primera república española. En su epitafio aparece una
glosa realizada por Georges Clemenceau (primer ministro francés de 1907 a
1912), y se recuerda que «dejó el poder por no firmar una sentencia de muerte».
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